¿Qué es la uveítis?
La uveítis es la inflamación de una o más de las estructuras que conforman la úvea, la capa vascular del ojo (presenta una gran cantidad de vasos sanguíneos). La úvea está conformada por el iris, la coroides y el cuerpo ciliar. Este último es el responsable de la producción de humor acuoso, el líquido que se encuentra en la cámara anterior del ojo.
La uveítis es una patología muy dolorosa y grave, que puede provocar secuelas oculares irreversibles tales como ceguera y/o pérdida del globo ocular. Por ello, el diagnóstico temprano y el establecimiento de un tratamiento adecuado son fundamentales. Las uveítis son motivo de consulta oftalmológica frecuente no solo en perros y gatos, sino también en animales exóticos.
Los propietarios son los que pasan la mayor parte del tiempo con sus mascotas. Por lo tanto, reconocer los posibles síntomas asociados a la uveítis y acudir a un centro veterinario especializado puede resultar fundamental para mejorar el pronóstico.
Si mi mascota padece uveítis, ¿qué signos puedo observar en casa?
- Dolor ocular. Los pacientes suelen presentar el/los ojo/s cerrado/s.
- Fotofobia: molestias o sensibilidad exagerada a la luz.
- Lagrimeo excesivo.
- Membrana nictitante más visible.
- Ojo rojo: podemos ver que la conjuntiva y la córnea están enrojecidas.
- Ojo azul/blanco: se aprecia opacidad de la córnea, como un velo con un tono entre blanco y azul, que hace que no podamos ver con tanta claridad el iris y la pupila.
- Cambios en la coloración del iris.
- Sangre en el interior del ojo (hifema).
- Pupila miótica: pupila contraída respecto a la del otro ojo (en caso de que la uveítis afecte a un solo ojo).
- Turbidez del líquido del interior del ojo. En la exploración oftalmológica, esta turbidez provoca lo que se conoce como efecto tyndall o flare: al iluminar el ojo con un punto de luz potente, veremos un haz de luz continuo entre la córnea y el cristalino, en vez de dos puntos separados (el primero en córnea y el segundo en el cristalino). Este efecto es similar, por ejemplo, al efecto que provoca un haz de luz cuando pasa por un vaso con agua saturada de azúcar.
Muchos de los signos asociados a uveítis también pueden aparecer con otras patologías oculares como conjuntivitis, úlceras corneales o glaucoma. Por eso es muy importante acudir al veterinario si se detecta alguna de estas anomalías al explorar los ojos de nuestra mascota. En caso necesario, lo remitirán a un centro especializado en oftalmología veterinaria como el nuestro.
¿Qué causas pueden provocar la aparición de uveítis?
La uveítis puede originarse por patologías que afectan solamente al ojo o de manera secundaria a enfermedades sistémicas (que afectan al cuerpo entero). Las causas más frecuentes son:
- Causas oculares: son aquellas que se originan directamente en el ojo. Entre ellas se incluyen las úlceras corneales, los traumatismos, y algunos tumores oculares. Cabe destacar que a causa más frecuente es la denominada uveítis idiopática (uveítis de origen desconocido).
- Causas sistémicas: cualquier enfermedad inflamatoria o infecciosa que afecte al animal de forma generalizada, puede provocar inflamación de la úvea. Enfermedades infecciosas como la leishmaniosis o la erliquiosis en perros, la leucemia o la inmunodeficiencia en gatos o la encefalitozoonosis en conejos, pueden provocar la aparición de uveítis.
En Hispalvet Veterinarios somos especialistas en Oftalmología Veterinaria y estaremos encantados de ayudarte si tu mascota, ya sea peluda, escamosa o plumosa, presenta alguna patología ocular.
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