Las psitácidas (loros y familia) son animales muy inteligentes. Según los estudios, algunos de ellos pueden compararse con la inteligencia de un niño de 5 años. Por lo tanto, son animales que necesitan realizar constantemente ejercicios “mentales” que les ayuden a sentirse útiles y a desarrollar su capacidad intelectual, para evitar así que se aburran y se sientan frustrados. Los loros que se aburren demasiado en su entorno suelen desarrollar alteraciones del comportamiento que comprenden agresividad, gritos desagradables para los propietarios, picaje e incluso automutilaciones en casos extremos. Por todas estas razones, el enriquecimiento ambiental debe ser uno de los objetivos a la hora de cubrir las necesidades básicas de las psitácidas (y otras aves) mantenidas en cautividad.
Para comprender un poco mejor por qué es tan importante el enriquecimiento ambiental sólo hay que conocer la rutina diaria de un loro en su hábitat natural, y veremos que pasan la mayor parte del día buscando alimento. Para ello necesitan recorrer amplios territorios, romper cortezas de árboles, abrir cáscaras… Sin embargo, cuando se encuentran en cautividad el alimento casi siempre está a libre disposición, en comederos que están rebosantes de comida, llevando al animal a una rutina aburrida y frustrante.
Además, al ser la mayoría de ellos animales sociales que viven en grupo necesitan de manera diaria socializarse, ya sea con compañeros de jaula o con sus compañeros humanos. Pero no todas las formas de relacionarnos con ellos son las más adecuadas.
¿Cómo podemos suplir estas necesidades mentales y sociales de nuestras psitácidas?
1.- Juguetes
Los juguetes se usan para que el loro pueda estar entretenido en su jaula sin necesidad de estar acompañado todo el día. Existen diversas opciones de juguetes que podemos aportar al entorno de nuestras psitácidas.
- Los juguetes destructibles son aquellos que el animal puede romper. Por lo general son animales a los que les gusta romper casi cualquier objeto, y es un comportamiento normal en su naturaleza. De este modo es bueno para su desarrollo mental que le aportemos objetos que permitan que lleven a cabo este comportamiento. Hay muchas posibilidades; podemos usar rollos de cartón, ramas de árboles frutales (sin pesticidas ni productos químicos), cuerdas gruesas, cestillos de mimbre, etc. Es muy importante que estos juguetes no contengan sustancias tóxicas (metales, pinturas, gomas…) que puedan ser ingeridas.
- Los juguetes indestructibles (o casi) son aquellos que son más duraderos y permiten que desarrollen otro tipo de comportamientos y habilidades. Estos incluyen las escaleras, columpios, espejos, juegos para encajar piezas… Al no poderse romper suelen aburrirse de ellos, por eso lo ideal es tener varios juguetes e irlos alternando. No es buena idea llenar la jaula con muchos juguetes a la vez, ya que no conseguiremos el efecto buscado. Estos juguetes también pueden ser usados en presencia del propietario como parte de una rutina de “adiestramiento”.
2.- Comida
Una buena opción es usar los juguetes para esconder comida dentro, ya que así fomentamos el comportamiento de búsqueda de alimentos. Aunque a nosotros nos pueda parecer frustrante verlos buscar el alimento, para ellos es un comportamiento totalmente natural que les estimula y les hace sentirse muy gratificados al conseguirlo. Podemos esconder la comida dentro de tubos de cartón, cajitas o mezclar el pienso o semillas con tiras de cartón o papel dentro de una bandejita. También hay disponible gran variedad de estos juguetes en el mercado.
Los alimentos que más les gusten (sobre todo las frutas y algunas semillas) pueden ser usados como premio para enseñarles trucos o sociabilizarlos con familiares y amigos. Cada animal tiene unos gustos diferentes y es el propietario el que tiene que conocer cuáles son los alimentos preferidos de su loro. Una vez que los identifique pueden ser usados para este fin. Los trucos más simples consisten en enseñarles a que te sigan, hagan giros, o vuelen desde otro punto de la habitación a la mano de la persona que le dará el premio.
3.- Música
La música puede estimular a nuestros loros y a la vez hacerles compañía cuando no estamos en casa. No debe ser un sonido monótono, lo ideal es que pueda programarse para que suenen diferentes tipos de sonidos o música “sin que se lo espere”. Pueden ser sonidos de otros pájaros, nuestra voz, música clásica o canciones con letras repetitivas que puedan aprender a imitar. También podemos usar la música acompañándolos e incentivándoles a que bailen y aprendan a imitar las canciones usando la comida que más les guste como premio.
4- Relaciones sociales
Cuando incorporamos un loro a la familia siempre es recomendable intentar que conozca y tenga relación con el máximo número de personas posibles, ya sea dentro del ambiente familiar o con amigos y conocidos. De este modo tendremos un animal más sociable y con menos problemas de comportamiento si su dueño se ausenta de casa. La mayoría de psitácidas son monógamas, por lo que suelen tener una pareja para toda su vida. Es muy importante evitar que establezca esta “relación amorosa” con algún miembro de la familia, ya que esta relación le llevará a frustrarse e incluso a mostrar comportamientos agresivos con otras personas que le provoquen celos o sensación de competencia por su pareja.
Por esta razón lo mejor es intentar que el animal establezca vínculos con más de un miembro de la familia, y que siempre este tipo de relaciones sean para realizar juegos y trucos. Debemos evitar que el ave se pose en nuestro hombro, siempre mejor en el brazo o en la mano. También debemos evitar acariciarles la espalda o la cabeza y no dejar que nos mordisquee las orejas o los labios; estos comportamientos provocan un estímulo sexual en el animal.
En Hispalvet Veterinarios podemos asesorarte sobre cómo crear un ambiente enriquecido para tu loro o ayudarte a programar una rutina diaria que permita desarrollar las capacidades de tu psitácida.
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