La acumulación de sarro y placa bacteriana en los dientes de nuestras mascotas no es sólo una cuestión estética. Su acumulación en la boca puede conducir a muchas otras patologías como gingivitis, enfermedad periodontal o cardiopatías, además de suponer una fuente de infección. Se trata de un problema muy frecuente en perros (especialmente los de pequeño-medio tamaño) y hurones mayores de 2 años, siendo menos frecuente en los gatos. La limpieza dental es fundamental para la higiene y cuidado de las piezas dentales.
El sarro se acumula inicialmente en la unión entre el diente y la encía, provocando la inflamación de esta y haciendo que se retraiga (proceso conocido como gingivitis). En este estadio principal, notaremos que a nuestra mascota «le huele mal el aliento» (halitosis). La retracción de la encía y el daño que se produce en la raíz dental debido a la infección, hace que con el tiempo los dientes empiecen a caerse. Esta patología recibe el nombre de enfermedad periodontal.
Tras la formación del sarro, pueden acumularse restos de comida que facilitan la multiplicación de las más bacterias, desarrollándose la placa bacteriana. Cuando las bacterias pasan de la superficie dental a la encía pueden alcanzar la vía sanguínea (septicemia), llegando a alterar el hígado, el corazón, los pulmones o los riñones. Una vez formada esta placa, la única forma de eliminarla es de manera mecánica mediante limpieza dental profunda, ya que en esta fase ya no son efectivos los cepillados, productos para la higiene bucal ni snacks dentales.
Para la realización de la limpieza se utiliza instrumental de ultrasonidos similar al utilizado en humanos. Los ultrasonidos permiten fragmentar el sarro sin dañar el esmalte del diente. Después se pule la superficie del diente con una pasta especial y un micromotor, para eliminar las microfisuras que se hayan podido ocasionar durante el tratamiento de limpieza y dejar la superficie lisa (así se previene durante más tiempo la acumulación de nuevo sarro).
Hay casos en los que la enfermedad periodontal está muy avanzada y las bacterias llegan a colonizar el hueso alveolar, por lo que el diente prácticamente se encuentra sujeto a la encía mediante sarro. Por lo tanto, al eliminar ese sarro durante la limpieza el diente termina cayéndose. En otras ocasiones existe la necesidad de extraer ciertas piezas dentales, debido a que su raíz está infectada y puede conllevar a la aparición de abscesos.
La limpieza de boca debe de realizarse bajo anestesia general por varias razones:
- Mejor cooperación por parte del paciente. Si el paciente está anestesiado, el examen de las piezas dentales y encías será más exhaustivo. Por lo tanto, podremos determinar cuáles son sus alteraciones y detectar patologías asociadas (abscesos, periodontitis, hiperplasia gingival, etc.).
- Poder realizar una limpieza dental profunda, eliminando por completo el sarro y la placa bacteriana formada sobre los dientes y limpiando a fondo la unión entre la encía y el diente.
- Evitar la neumonía por aspiración. Al inducirse la anestesia general, el paciente es intubado. De esta forma evitamos que los restos de sarro y placa, así como los productos usados para la limpieza, sean accidentalmente aspirados provocando una neumonía por aspiración.
Una vez realizada la limpieza dental, se le recomendará la utilización de diferentes productos para evitar, durante el mayor tiempo posible, la formación de sarro. Existe una gran variedad de productos, por lo que le recomendaremos el que mejor se adapte a las necesidades a las de su mascota.
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